Grito Vacío
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domingo, 16 de diciembre de 2012

Mundo loco

Las nubes vuelven a cubrir el cielo volviéndose metálico. Ando por el parque viendo la gente apresurarse, reírse y siendo partícipes de su propia vida, de su historia. Y por eso os voy ha hacer llorar. Mis botas acaban de ser limpiadas y piden cabezas que pisar. No se que coño me pasa, pero esta tormenta me hace reír. Y los engranajes de mi interior chirrían y tengo la necesidad de escupir todo lo que digo, saltar más alto y gritar más fuerte.

¿A dónde voy? Ni lo sé, ni me importa. Hoy creo que si piso fuerte, me basta para no salirme de mi camino. Aunque, ahora que lo pienso, esto se parece más a un sendero perdido entre las montañas. Ahora que llevo una sonrisa y mi chupa de cuero, podré encenderme el cigarrillo a gusto. Enciendo los motores de mi cruel imaginación y empiezo a empaparme de gasolina. La gente me mira, pronto lloverá y todos están atentos a mi mano. Me siento sobre mi moto, también empapada. Me pongo mis gafas de sol y me enciendo un cigarrillo.

Todos gritan y salen corriendo y como un chiste mal contado, me siento con la necesidad de reír. Arranco la moto y el motor ruge. No entiendo que pasa pero los truenos me acompañan allá donde vaya. De pronto como si el universo se hubiese contraído me pongo a gritar. Joder que calor. Pero me gusta, le arranco otro rugido a la moto. El viento apaga mis llamas, otra vez frío. Y ahora llueve. Mi destino no es morir. Me quiere mantener vivo y yo me río. Me tiene atado como un muñeco para sus juegos macabros. El destino es la zorra que se acuesta conmigo todas las noches y me persigue todos los días hasta el alba. Y joder, con lo buena que está y lo puta que es, pero es mi reina y si le ponen la mano encima me los como.

Y aunque esté atado a este destino fatal, hoy ella me ha regalado su sonrisa. Mi condena y mi alegría. A ella le debo mi sonrisa, a ella le debo mi fuerza. Y aunque muera, volveré a por ella. Y que se joda el mundo, hoy me he follado al destino y sigo vivo...

lunes, 10 de diciembre de 2012

Melancolía pura y dura.

Entonces ambos nos sentamos con los demás y hipnotizados por el baile de las llamas juegan con las sombras. Miras y escuchas al narrador de esta comuna.El crepitar y el calor de la hoguera te adormecen entre mis brazos mientras que tus sueños te arrancan una sonrisa. Eres preciosa tal y como eres, pero ahora que duermes me tengo que ir, no necesito decir adiós porque no puedo y si despiertas antes de que salga el sol, por favor sigue tu camino. ¿Por qué ahora que me marcho te despiertas? No me mires, no me hables y déjame huir. Aquí solo tú me retienes, solo tú me miras con afecto y sientes mi presencia, Quédate en tu mundo y déjame encontrar mi lugar. Ya sonríes, no me necesitas y no tengo lugar a tu lado.

Me susurras, me besas y haces que me quede otra noche. Estas palabras que me das y todas las caricias me atrapan en tu mundo. He de decir adiós y no puedo, no quiero irme. Siento que aún tengo algo que demostrar y hasta que no lo haga no me podré marchar. Estuve enredado entre tus piernas hasta el alba, tuve tus besos encerrados en mis labios y tus caricias aun me escuecen en la espalda. Y sopla el viento arrastrando mi mirada a tus lujuriosas curvas, a tus labios y tu piel suave y bronceada. Me perdí en mis ensoñaciones y sorprendido me desperté con tu cuerpo desnudo sobre el mío, solo quedaron unas latas vacías de cerveza y unas pocas brasas rebeldes.

Quedamos los dos solos mirándonos cómplices y con un secreto escondido entre nuestras gotas de sudor. Nos acercamos más para sellar el pacto con el sol y la luna, por cada curva de tu cuerpo, por cada palabra ahogada con un beso y un mordisco. Con un beso y un te quiero cerramos un capítulo más de nuestra corta historia.

Y ansioso espero encontrarte tendida en mi cama y comenzar otra historia real, una historia que no tenga final. Porque tú estuviste escrita y descrita. Estás plasmada en mis sueños y pesadillas. Empezaste con un hola qué tal terminé acostado y desnudo besado tus senos. Y te quiero tener de nuevo a mi lado, te quiero porque sin ti mis sueños ya no están. Empecé jugando y terminé por ser una pieza más.

jueves, 6 de diciembre de 2012

El compromiso con uno mismo.

Llevo años en esto y no he podido vencer jamás, ahora ya no se me permite mirar hacía atrás. Y se cuentan millones de veces esa misma historia que te hartas de escuchar y resulta ser que al final todas son iguales. Piden venganza solo por capricho de hacer algo cada día y que sea distinto. Estoy harto de batallitas de humo, estoy harto de ver cuentos que vallan sobre este asqueroso mundo. Voy a ser testigo de mi propia muerte, lo malo es que no quiero estar presente. Y aquí me ves, bebiendo cerveza hasta el amanecer. El sol me acompañará al día siguiente para ir a beber.

Sonriendo estoy y jodido me quedo. Enamorado estuve de un libro, enamorado quedé al conocer cada una de las palabras que me susurraste en el pasado. Pero ahora tengo barba y mala cara. Una sombra oscura se asoma por mi puerta. Me llama, me susurra que valla ¿Qué quieres que haga? No me puedo resistir, es una voz que me golpea y me hace temblar. Siento miedo, me dice que me ama. Pero tengo miedo al escuchar esa voz y mi corazón se encoje al sentirle cerca. Ese sentimiento que me ahoga cada noche. La noche me ahoga y nadie me queda que me soporte. Ya tan siquiera mi reflejo me mira y cada noche la misma voz me despierta. Esa voz que me pide que valla a su lado...

Y solo estoy en mi castillo vacío. Miro por la ventana y resulta que no queda nada. No puedo dormir en mi cama perfecta, no tengo hambre y nada me anima. Como, porque no tener nada que hacer y si bebo es por romper la rutina. Y la voz sigue estando tras la puerta, me llama todas las noches y se ha vuelto insistente. Me grita y no me deja soñar con un castillo lleno de personas. Entonces abro los ojos y los barrotes se vuelven muros, no siento en mi pelo el movimiento del viento. Me ahogo.

¿Qué coño te pasa aquí encerrado? Me muero, has de salir. Y no me haces caso, tienes miedo y el miedo solo te apresa. El sol está fuera y los sueños dulces están en la cama con una mujer con quién has de envejecer. Tienes heridas, tienes penas y ya no te quedan soluciones. ¿Qué vas a hacer? Sígueme, vayamos al encuentro del sol y la luna. Agárrame la mano y ven conmigo. No soy ningún héroe, soy un verdugo... 

Pero la voz me seduce, tú no entiendes, no la oyes. Me dice que me quede y que me quiere. Dice que no me preocupe que nadie me hará más daño...

¿Y no estás cansado de vivir con miedo? ¿No quieres salir fuera a ver mundo? Ya no te recuerdo, ya no te entiendo y resulta que has perdido todo lo que tenías que ya era bien poco. Sigue bebiendo, sigue muriéndote lenta y dolorosamente. Tu vida se ha vuelto mierda y ceniza, me das lástima.

Ahora resulta que te preocupas por mi estado. Ahora resulta que dices la culpa es mía. ¡Pues despierta, que si estoy encerrado es porque tú no apareciste! Perdí mi dama y mis sueños porque no estuviste. Me dejaste con una sonrisa y con la última calada.

¿Y qué quieres que haga?

Destrozarlo todo, que no quede nada. Que todo arda y esparcir las cenizas. No quiero que quede piedra sobre piedra, romper los barrotes y derretir el hielo.

¿Por tanto qué quieres?


Volver a ser fuerte.



miércoles, 28 de noviembre de 2012

Sin fin

Mientras haya alguien aparte de mí en este cuento, la pelea no se detendrá. Puedes seducirme tanto como quieras, pero mi rabia sigue tan presente como la razón por la que estás a mi lado, ausente. Estoy en proceso de perder la cordura, hablar y tener la razón. Ser un diablo que lucha contra los de su especie. Me quedé solo pero tengo algo que no me podrán robar pero que yo si que puedo perder y será el habla. Pero aún es de día, aún estoy en la caída. No he topado con el suelo y veo que aún me queda tiempo, es hora de retomar el vuelo y a perderse entre las nubes.

Me tachan de diferente, de una oveja descarriada. No dejé de ser un niño, pero soy igual de peligroso que una pistola. Ahora que he superado varios niveles, ahora que estoy por encima de las estrellas, voy a asomarme por la ventana. Las vistas son magníficas, la gente se ve como hormigas y sus problemas ya no llegan hasta aquí arriba y por más que grite nadie me oye. Pero ahora estoy tan alto que me dejaría llevar y saltar de nuevo al infierno, sumergirme en el agua y limpiar mis heridas. Cubrirme con un manto de sombras, sonreír tantas veces que me den hasta arcadas. 

Vamos a practicar cada noche tumbados en la cama, vamos a vernos desnudos frente al espejo y dejar de temblar. No voy a volver a ser un maniquí, voy ha tener sentimientos que me distingan del resto. Voy a deformar el mismo hierro de la realidad. Ahora que tengo una arma a la que llamo pensamiento, ahora que me puedo mover y no soy un títere, voy a llevarla acabo. Será un momento en el que dude, pero ejecutaré venganza. No voy a jugar, voy a reír como un niño, pero mi sonrisa sonará macabra y me reiré de cada lágrima que se derrame, por cada gota de sangre que llegue al suelo. 

Empiezo a leer el movimiento del viento, el ir y venir de las horas, la sensación de perder los sueños por un puñado de monedas. Es hora de que su mundo se caiga, vamos a tomar las calles y las carreteras. Ahora que estamos todos frente el abismo, ahora que estamos todos aquí reunidos quiero que veáis que nadie se va a salvar y que el infierno ahora nos pertenece. 

Muertos y vivos, no habrán diferencias. Tomaremos la calle y tendremos audiencia, vuelven tiempos de guerra.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Con viento fresco.

Mis trazos se quedaron obsoletos y olvidados en el pasado. Lucho por sobrevivir al olvido. No dejo mi suerte en manos de las oraciones a un Dios que se perdió entre sus delirios. He de tomar cartas en el asunto y recordar quien soy. Mis ojos hablan por si solos. No tienen lágrimas que derramar y tal vez es por eso que están vacíos. Cerré la puerta de mi alma. Algunos rayos de esperanza se asoman por las ventanas pero no sirven para hacer que me levante y grite.

Una pistola apunta a mi cabeza, necesito abrir los ojos. Necesito ver lo que me depara el futuro. He de volver a tomar la decisión de aullar, de tomar veneno para tener a mi mente acorralada. El frío se me está apoderando de mí, las pesadillas invaden mis sueños. No tengo reino ni en mi propio corazón. Despertar para huir, huir para volver con la venganza entre los dedos.

Me niego a ser la presa de nadie, hoy voy romper el rol. Me voy a divertir, no necesito del dolor para reír una vez más. He de admitir y encontrar otro motivo para vivir. El mundo se volvió demasiado grande para mí. Las lágrimas se secaron. Espero entre los andenes a que llegue mi hora. Voy a saltar, aquí termina el camino pero no el viaje. Si no hay por donde andar me las apañaré para volar igual y más rápido.

No voy a dejar pasar el tiempo, he de comenzar a espabilar. Manejo de la dialéctica, mentir si se hace necesario y dormir cuando el cuerpo lo necesite, comer lo primero que pille...

Y abro los ojos, estoy sentado frente a un espejo. Joder que cabreo llevo. Joder que fuerte me siento. Así que a ti, reflejo mío te voy a dar una patada y llevarte al infierno conmigo. Ya no tengo remordimientos de conciencia, voy a ser como YO quiero. 

He vuelto a ver. Vuelvo a oler el viento como ayer. Ya no tengo princesa, ya no la necesito. No quiero ni gobierno ni cadenas.Ahora que no distingo suciedad y sociedad, ahora que no tengo respuestas, pues me las invento.



domingo, 18 de noviembre de 2012

En caso de cojear

De poco me sirve que me mires cojear. No me sirve que me observes atentamente y me sugieras ayuda, yo no te la voy a pedir. Me ves arrastrarme y sigues mirando, no haces nada y sonríes como siempre. Busco un lugar de donde agarrarme o un bastón para poder tener apoyo. No lo voy a buscar en ti ni en nadie. Si no me ayudaste antes, ahora tampoco. Carezco de orgullo, pero soy cabezota. Tengo más ganas de conseguirlo si te empeñas en hacer que me rinda. No me arrodillaré ante nadie. No voy a pedir piedad por tan poca cosa...

Los truenos y la lluvia son quienes me acompañan esta noche. Un recuerdo que me pudre el alma, el aullido ahogado de los míos me despierta de la ensoñación, me quito la capucha y miro al cielo. Es hora de romper esta farsa, llegó el momento de despertar de la pesadilla. Abro los ojos, me levanto del suelo y me miro las manos. Soy mono hasta que me vuelvo gorila. Que empiece este baile. Se desgarran cada una de las horas para dar paso a otras, miro a un elefante rosa que me acompaña a todas partes, me sonríe y me mete en un coche. 

Las luces se vuelven líquidas y acelera. Saco la cabeza por la ventanilla y el viento me deshace el pelo, sonrío. No puedo parar de reírme y entre las carcajadas se detiene el coche. Salgo con ansias de comerme el mundo. Llorar, ¿para qué? Y ese pensamiento me arrancaba desde el estómago una carcajada más estridente que la anterior y me hizo arquearme por el placer. No podía evitarlo, pero ese era el día en que yo tomaba conciencia de estar vivo. Había roto el cristal que me separaba del mundo y era yo quien andaba, era yo quien movía al mundo. Gritaba y acudían a mí personas que no conocía, también reían y otros se reprimían pero en todos había ese brillo en los ojos. Las ciudad era nuestra, nos miramos los rostros y empezamos a andar cada vez más rápido y más y pasamos a correr, a brincar. Una horda de personas corriendo por las calles gritando y riéndose. Gente que saltaba tan alto que arañaba el cielo, íbamos a dejar constancia de ello...

Porque tal vez esto se me esté yendo de las manos, puede ser que ya nada vuelva a ser lo mismo, pero tengo una posibilidad de ganar. Tengo la oportunidad de solucionarlo todo, que mis errores no hayan sido en vano. Así que ahí donde estás, mírame andar, mira como caigo, mira que no me detengo. Quiero que veas, necesito que comprendas que hay millones de personas que están peores que yo y siguen sin mediar palabra, se vuelven hacía los demás y les proponen un reto: "Alcánzame". Y dando brincos siguen avanzando. Yo voy a llegar hasta la cima aunque sea arrastras, girarme hacia los presentes y deciros... Gracias y adiós.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Ven

Te cogeré de la mano y te llevaré al otro lado de la puerta. Te llevaré a pasear por la noche, te haré ver las estrellas. Te daré un motivo para ser mejor persona, te enseñaré a amar al mundo por lo que es. Vente conmigo por los caminos del destino y deja que te lleve a mi mundo. Porque mi mundo es un lugar que el cielo es negro y el suelo, asfalto. No lo comprendes, pero poco a poco vamos, ¿no? Sonríe y no me llores que empezamos a ver un poquito de este hermoso lugar.

Duerme bajo las estrellas y mientras aspiras de mi humo, poco a poco me calo en tus pulmones. Soy una sustancia difícil de olvidar. Pueblo tus sueños en forma de pesadilla. Me cuelo entre las rendijas de tu pasado como si siempre hubiese estado y tan rápido llego, desaparezco causando estragos. Me dieron veneno y quedé podrido por dentro, no soy así por malicia. No dejes de mirar mi sonrisa, te llevo al otro lado del espejo. Te llevo al mundo que se vuelve negro cuando la luz se esconde por miedo.

Me es tan fácil cambiar de rostro como de identidad. Llevo una máscara que se volvió mi rostro. El frío hoy toma forma de llamarada. No miento, eres tú quien no me crees. Me desafiaste y firmaste un pacto con el diablo y yo soy el intermediario. Te atraigo al lugar que no hay moscas y no porque escasee la mierda. Mira más detenidamente la luz de las farolas, ¿ves temblar la luz? Nos teme, no hemos hecho nada pero eso es así y así debe de ser.

No nos temas, somos distintos pero todos venimos del mismo lugar, la sociedad. Tomos somos sombras de un pasado que lucha por sobrevivir. Los que dejaron su sangre en el asfalto tras cada grito de esperanza tampoco se salvan. Aquí estamos todos sin excepción, los buenos y los malos. Los mentirosos y los ladrones. Por favor, no me midas el tiempo en horas, mídelos con colillas, será más entretenido.

Y aquí estamos de nuevo, enfrente del espejo, espero a que des un paso adelante. ¿Quieres volver a ir por la vida dando tumbos? ¿Estás seguro? El nombre te hace justicia, vuelves a llevar sombrero y me gustan tus ojos. ¿Tienes miedo? Bueno, tampoco importa.

Y así volví a ver el mundo, vuelvo a mi lugar de origen a tomar mi nombre como hice el pasado. Vuelvo a tomar las riendas y me pienso quedar. Soy esa tierna diferencia entre sueño y pesadilla.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Tormentas dormidas

Mi vista ya no es lo que era, ahora solo percibo la silueta de un pasado con muchas curvas. No puedo apartar la mirada del asfalto. He perdido el camino de mis pies, busqué inspiración en sustancias peligrosas, he perdido y he ganado. Dejé mi corazón de lado y entre los gritos de aquellos que me siguen la pista veo que ya no me puedo detener más. He decido que hoy quien me mande sean mis manos, mis palabras hoy son secundarias. Que recen las viejas que el día es mío.
Busqué mi nombre en el diccionario y no decía nada que me pudiese ayudar, nada que no supiese antes. No encontré mi destino escrito en ningún papel. Cogí todo aquello que te escribí y no lo tiré, lo guardé entre las cenizas de todo lo llorado. La suerte nunca estuvo cuando la necesitaba, la vida me sonríe con otra cara una cara bastante... ¿rara?. Hoy veo el cielo girar y me estoy cabreando. Voy a ir por la vida dando portazos o tumbándolas a patadas. En mi voz la escucharán aquellos me vean corriendo por callejones y para aquellos que me quieran oír. No soy de acero, tampoco lo intento. 

Puedo ser quien quiera, un hombre o un crío jugando en la acera. No me podrás hacer llorar, cuando más fuerte me das más grande me vuelvo. Que de mi corazón solo queda la sombra, que de mi alma mi pasado. En mi historia, el destino sigue invicto pero yo lo intento con más ansias. 

En mi garganta nacen los vientos de guerra, hoy hace poco frío ¿será mi mala ostia quien me calienta en este día?. De tantas ostias que me dio el destino aprendí a golpear sin preguntar. No pienso permitir que el vuelo de una paloma me detenga. En mi pecho solo escondo desamores que me dan guerra hasta en mis sueños. No me toquéis los cojones que no estoy de humor y grito a pelo, que llevo en mi bolsillo un cigarrillo y la sombra en mis ojos de no dormir. 

Ayer soñé que volvía a tomar las calles y a violar las horas con tinta y papel, ¿pero de qué me sirve hoy? Ayer soñé que volvía a morder gargantas, a que la sangre bajase por dentro de mis entrañas. Ayer soñé que hoy volvía a despertar...

domingo, 28 de octubre de 2012

Distinto destino

Las horas apuntan un nuevo destino. Las calles en distinta dirección que nos llevan a ambos al mismo lugar pero por distinta razón. Princesa, tu que tienes corazón no por ello significa que seas mejor que yo. Yo ya estuve aquí en otras ocasiones. Mientras tú ríes yo espero a que se agote el tiempo para volver a escabullirme entre las hojas de otra libreta. Tienes mi lápiz pero hoy te escribo con sangre desde el anonimato. Ambos sabemos que soy yo quien teme y tú quien quema. 

Me dejé llevar por los bares del olvido. El tiempo no cura, el alcohol es malo y siempre nos queda recordar. Si no podemos alcanzar el horizonte es porque el infinito nos viene grande. Andar en dirección al viento es dejarse a merced del destino y si sigues tu camino, tropezarás hasta que no puedas levantarte. Mira y sonríe,  aprenderás a curar tus heridas, aprenderás a perderte por callejones, bailarás sola por senderos oscuros pero tu sonrisa llevará el fulgor del sol, tus caricias el calor. Y grabarás tu nombre a fuego en la roca.

Tal vez ambos estemos perdidos o solo yo. Pero esto ya me lo conozco demasiado, he vuelto a patear el suelo encabritado. He vuelto a saltar y dejarme caer. Las cicatrices toman la forma de mi camino, llevo el la piel escrito la palabra destino. Y solo voy por la segunda letra. Dame otro trago de cerveza y te cuento más de esta historia. 

Me invitaron a bebidas caras, a lugares exóticos y fui a todos ellos sin dejar que el polvo se aposentase en mis zapatos. Conocí las calles a plena luz del día cuando me llevaban a ver el atardecer. Conocí a reyes, a divas y muchas musas de las que la piel de gallina te pondrían. Y a días de hoy, en estos momentos estoy hablando con un borrachuzo de mi vida. A momentos como este son los que dedico mi vida. A rememorar cada una de las ostias, a imaginar las que quedan por venir y a todas aquellas que ahora me hacen reír y en su momento llorar. 

Y a pesar de toda la mierda que hoy tengo por abrigo, todos esos problemas que me tienen bien cogido. Gracias por todo, fue divertido, pero creo que hoy voy a tomar las riendas del camino. Hasta la vista...

sábado, 27 de octubre de 2012

Drogas blandas...

Hoy la Luna bebe desnuda sobre mi cama. Me mira con su sonrisa pícara, sabe que soy suyo. El Pasado me mira con esa jeta de mala leche tan característica de un domingo de resaca. Tal vez me esté volviendo loco, pero al menos mi soledad la hace más llevadera. Pero hoy ellos han violado a la Vida que escondida entre los pliegues de mi camisa me mira con los ojos cubiertos de lágrimas, oh mi niña. Ven a mis brazos y deja que te cure la sonrisa. Dime niña de mis ojos a quien de estos hijos de puta he de matar para que tu sonrisa me luzca en la noche más oscura. Dime dama de mis secretos, dime si el Destino te ha abofeteado de nuevo que hoy me siento imparable y no tengo buenas intenciones.

La Luna se escondió en el armario cuando el Sol entró por mi ventana. Me dijo si la vi y me preguntó donde estaba. Claro, no tenía opción y le mentí. Si me gano el cielo no será por bueno. Mis viejos me enseñaron que algún día tendría que vivir y detener el Destino, cachearlo y darle las gracias por haber venido. Me reí cuando era crío de reyes y princesas, pues ahora vivo a los pies de una que cuando mira me abrasa. Dejé los consejos en el cajón y hoy voy a tomar nota cuando llegue la noche, hoy beberé con las nubes y el cielo azul será el manto que cubra mi espalda. No pido paz, pero esta pausa se me será concebida.

Venganza me invita a una copa, me habla del pasado, de su tiempo de gloria. No para de sonreír, la guerra terminó y nadie se acordó de él. Me mira casi suplicante. Me susurra llévame dentro, llévame allá donde la sangre llega al río, donde los muertos se cuentan a decenas. Me muero y tú solo miras. Te crees intocable, pero mientras estás sentado en tu trono de marfil el mundo que te rodea se derrumba. Déjame ir contigo. Le miro a los ojos, sonrío. Necesitaré ayuda, he de volver a mi tierra. He de conquistar el mundo. Me levanto y
me sigue. Todo va perfecto.

Vuelvo a la oscuridad de mi mente. Plasmo en papel lo que siento y vacío me quedé. No encuentro el lápiz para decirte que te quiero, pero por más que duela es tal y como suena. ¿Dime Destino, apaleas a los míos y a mí me dejas sentado, atado y me obligas a mirarles a los ojos? Dime Destino si alguien te ha vencido alguna vez. Dime si quieres apostar conmigo. Yo tengo mi mala suerte, tengo mi muerte a la vuelta de la esquina. ¿Y tú a quién tienes? Has puteado a dioses, has matado ha héroes. ¿Me llamas malo a mí? Tú llevas en tu nombre la misma muerte. Llevas en tus ojos el fuego del odio, llevas en la sangre la mala suerte. Todos andan en tu sendero. Pero yo no voy a ser otra rata de laboratorio. Me tienes de nuevo de rodillas. Me tienes a tus pies...

Y ahora solo te pido que me dejes un momento. Te pido que me vuelvas a buscar. Te pido que me devuelvas el lápiz. Te pido que vuelvas a ser mi humo...




miércoles, 24 de octubre de 2012

Kim Ki Bum

Hola hijos de puta. Mirad mis manos, mirad mis ojos vacíos. Miradme y no perdáis el tiempo en oír historias y cuentos chinos. Mi revólver está vacío, no os voy a comer ni os quiero acojonar, os voy a contar mi realidad.
 No me comprendes si solo hablas de mis actos, ven y bebe a mi lado y sin prestar atención al mundo lo verás con otros ojos. Unos ojos cansados y jóvenes. Unos ojos hartos de encontrar cabos sueltos. Vamos a tomar un para de cervezas y una copita de jerez.

Crees que eres libre, pero entre tú y yo, solo puedes aquí y ahora beberte toda la botella y saltar por un puto barranco sin que nadie te lo impida. Pero claro, estoy yo y te lo impediré, por tanto vemos que tampoco eres libre. Bebe, claro. Fuma, puedes. Pero este es un local privado y el camarero hará que te metas el cigarrillo por ese sito donde el sol nunca alumbra. Mírame a los ojos ahora y dime si crees que si salgo por esa puerta me puedes alcanzar. No, no puedes porque ya estás borracho. Yo te he hablado cada vez más despacio y tu bebías más deprisa. No comprendes que nunca podrás entenderme si cuando me escuchas en realidad le estás mirando el escote a esa chica de mi espalda que está jugando a billar. 

Así que ahora que estás en el suelo, te voy a contar un secreto hijo de puta. Escúchame bien y aprende. En realidad eres para mí como la vida. Una gran hija de puta que te felicita por tu cumpleaños y un día te encuentra por la calle y tan siquiera te saluda. Esa hija de puta que te arruina el día. Pero no por ese motivo me caes mal. Es por eso y muchos otros motivos. Solo quiero que comprendas que esto es un negocio en el que yo tengo un objetivo y tú mi presa. Colarme en tu corazón y entre ceja y ceja  incrustarte una bala de plata. No es por nada, pero no me caes mal. Al contrario, te veo y te admiro. Se podría decir que a pesar de todo te amo. No lo tomes a mal. Pero en mi trabajo, no hay corazón que valga, ni compasión ni amor. Es una mierda, pero es lo que hay. Cobro con cerveza y carne, con tinta y papel.

Estás sentado en el banco, tú que eres mi hermano. Tú que tanto esperabas de mí. A ti te otorgo mi mayor secreto, a ti te pido que le digas a Dios que hoy él es mi próxima meta. Que tenga cuidado, se ha vuelto personal. Por los viejos tiempos...

jueves, 18 de octubre de 2012

Los niños del caos.

En tu pecho se sembró una semilla de odio regada por el miedo. En una ciudad que a los gatos caza y a los perros mata. Una ciudad que es gobernada por ratas. En las alcantarillas se esconden las verdaderas ganas de matar. La mierda se acumula y ya no se puede soportar. EL odio va a estallar, la venganza prenderá los campos, la ira destrozará los edificios. Una orgía de maldad dirigida en línea recta que no dejará roca sobre roca. Una maldad que dejará huella en la historia y que pudrirá cada uno de nuestros pasos. 

Niños que lloran por no poder oír un cuento d antes de acostarse, niños que no conoces ni a sus padres que empuñan un fusil. Son los niños kamikazes hijos de nadie, portadores de la mala sangre. Lloran con arena porque el viento secó sus lágrimas. En su sangre corre el uranio empobrecido, bestias sin nombre que por culpa de nuestro presente, les jodimos el futuro. No hablo de un lugar lejano. Los demonios viven a la vuelta de la esquina agazapados y igual que ellos tras una trinchera. Nuestras malas gestiones pondrán precio a nuestras cabezas. 

No habrá cama donde dormir ni boca que alimentar. No habrán más sueños que podamos tener porque lo quemamos todo en una triste vida pasada. Perdí en una apuesta y todos la guerra. Comprendimos tarde que los buenos y los malos son que jodieron al mundo. Comprendimos tarde que el cielo era lugar para los niños. Comprendimos tarde que ya no había nada más que hacer.

Hijos de ángeles, creamos. Hijos de diablos, destrozamos. Dos naturalezas que una pide sangre y otra venganza. Nadie nos entiende y por eso disparamos y luego preguntamos, no somos dioses. Este infierno es una puta orgía de sangre, de entrañas y acero. El fuego no cicatriza mis heridas, mi sangre prende con una pequeña chispa. No tengo hogar, no tengo corazón y por mi sangre ya corre el uranio, por mis ojos solo se vislumbra el terror de aquellos que de hoy ya no han pasado. 

Ayer hablé con Dios y me dijo "Nadie merece perdón ni piedad".

martes, 16 de octubre de 2012

Cerillas y venganza

Es cierto que he dejado de contar historias de heridas y princesas. He perdido todas mis tierras, mi estilo y mi forma de avanzar y luchar contra el destino, pero ahora vuelo por los océanos. No se cuando volveré pero quiero recuperar mi sombra para bagar por las calles de mi antigua vida. Vamos a encontrarnos en otra acera de la misma ciudad. Es cierto que ya no cuento historias ni cuento cuentos, es cierto que no hago nada. Tampoco lo intento. Quiero y todos esos comienzos tan repetitivos. Bebo mi cerveza y a corazón abierto dejo vagar mi mente por el recuerdo y me pierdo entre cientos de conocimientos y sentimientos escondidos.

Antes estaría intentando desatar una mínima emoción en toda su fuerza. Esa rabia que quiebra las rocas, ese amor que te abriga, esa tristeza que me replantea mi propia existencia. Pero ahora yo soy marea, soy la espuma que voy y vuelvo en cada luna llena.

No conocemos nada más de nosotros que lo que vemos y escuchamos. Pero somos todo y a la vez nada. Volvamos a comenzar e intentar a renovar el pacto con la bestia que llevamos dentro. Esa oscuridad que amargaba cada noche, esa que nos hacía nadar en el fango. Sabia que el tiempo se escurría y aquí estoy otra vez solo. No puedo evitarlo, se que te amo. Ahora sigo siendo el mismo, pero sigo en constante cambio y pienso ser distinto. Se que esa máscara de acero y fuego sigue en mi rostro dispuesta a ser usada, es mi única arma en esta guerra macabra. Quiero que me posea, quiero volver a esa puta lucha por cada trago de ron. Volver a mi bandera pirata, mi barba y mi despertar con el alba.

Tal vez no me conozcas, pero he vivido en mares de arena y he estado en las altas montañas. He viajado más allá de cualquier frontera. Ahora es tarde, pero sigo dispuesto a decirte que soy un crío a fuerza y rabia. Soy el veneno que cura el cáncer. Ahora que nadie habla, ahora que nadie mira ni escucha nada, en ese mismo momento voy a gritar tan alto que os reventaré los tímpanos.

Sí, me llamaste bebé y niño. Es cierto pero es lo que soy porqué así lo elegí. Nadie me corrompe, soy puro acero. No supero ninguno de mis problemas, les ofrezco cobijo y vino. Ellos vienen, se van o se quedan. Hay veces que me dan motivos para moverme y luchar por mendrugos de pan. Cuando levanto la mano todos miran y callan. Miro y todos piensan dos veces antes de dar otro paso y avanzar. No soy malvado pero soy el mismo cabrón que en las historias has escuchado. Vuelvo a poseer este cuerpo medio muerto. No tengo corazón, estoy en deuda con el destino pero ese es el problema de que viví en el infierno.

Las mejores ideas son las que fluyen con cerveza y entre amigos o solos en pura reflexión. Brindad cada noche por esa locura que os hace saltar por el precipicio. ¿Tienes miedo de lo que pueda pasar? Si no pasa ahora, pasará después por ti o por algún idiota. Ahora que la luna brilla y sigue mis pasos voy a salir a la calle vuelvo a estar en el punto de mira. Voy a dejar de ser un vagabundo para sentarme en mi escritorio y conquistar el mundo. Tengo un plan y es que a partir de hoy...VOY A IMPROVISAR.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Oh Madre

Hola madre, ¿puedo tumbarme a tu lado? ¿Puedo llorar toda la noche? ¿Pero madre, cuál fue mi pecado? Es cierto que la amo, es cierto que quiero olvidar sus labios que no son míos. Madre, este mal trago es demasiado largo. Tengo el corazón en el puño. No quiero ver la luz, arde. Todo esto me supera, estoy herido. Madre, ¿cuál es mi papel? Madre mírame y no llores. Madre, no te marches. Madre, estoy otra vez enfrente de ti, borracho y temblando. Ayúdame y deja de mirarme con esos ojos. Madre, ayúdame. Odio el infierno y ella me odia por mi culpa. Dime mi pecado, te lo suplico.

Mi sangre es negra como la noche y mis ojos son opacos, oscuros como los de una cabra. Voy dando zancadas por una tierra inhóspita. Una voz me susurra "corre" y veloz me lleva el viento. Una voz me dice "ven" y la tierra me engulle. No hago mal por querer, es mi forma de ser. Vuelvo a correr y esta vez quiero encontrar a alguien. 

Lloraré en tu regazo toda esta noche. Deja que te abrace y no me dejes tirado, madre. Ayúdame a levantarme. Madre, haz que el sol no me encuentre. Ayúdame y no me encierres. Abrázame, quiéreme como hiciste ayer. Ayúdame a salir de esta prisión, cura mis heridas madre. Madre, yo pediré venganza. Yo mataré a quién te haga llorar, madre. Soy un esclavo de tu voluntad. Madre, dame fuerzas y volveré a mi guadaña. Madre, dame un beso para que despierte y yo, ejecutaré al tiempo. 

Otra vez tiembla la tierra, otra vez las nubes cubren el sol. Odio la lluvia pero me encanta su sensación de libertad. Todos lloran, nadie me mira. Todos se callan y yo grito. Llámame, abrázame. Usa mi nombre. Quiero salir de esta cárcel. Necesito salir. Dame carne, tengo hambre. 

Madre, ¿quién era yo despierto? Dame un nombre, no puedo salir sin él. Madre, despiértame de este maldito sueño. Madre, dame todas las letras, enséñame a hablar que necesito gritar. Madre, dame un nombre que se van acordar de mi rabia. Madre, soy tu hijo. Madre, dame un abrazo y déjame luchar. Mi guerra va a terminar cuando yo la empiece. Sécate las lágrimas madre, tu hijo está despertando. Tu hijo no muere. Madre, dame el calor que el invierno me ha robado. Necesito el viento y no el humo que me ahoga. Madre, vamos al jardín que plantaste para mí. Dame un beso en la mejilla y déjame vagar libre.  

Grítalo con ansias, sabes que te espero. Sabes que es lo que siento. Dame una señal para salir corriendo. Tú me necesitas y yo te quiero. Dame la mano, deja que te devore y llévame enfrente de tus demonios. Grita mi nombre por la calle cuando te atraquen. Grita usando mi aullido y acudiré. Dame tiempo que yo los devoraré... 


Madre, tú que conoces mi destino, dame fuerzas. Madre, llámame Dunkelheit Werwolf.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Crown

Nada que me ate que no sea tu sonrisa, nada que me hiera sin que sean tus lágrimas. La lluvia no se detiene, las nubes rugen con bravura y nadie las puede parar. Gritan inocentes niños desde lo alto de un zeppelin para dejarse caer al océano.

Un cuervo, amo de los cielos de la ciudad prohibida. Señor de los muertos. Esta noche trae consigo un alma nueva. Un muerto con sonrisa amarga, cabello sucio y mirada ciega. Les alumbra un cigarrillo. Vuelan sin más amo que el de la venganza que en invierno les alimenta con rabia. Les condena un destino andado de espaldas y con cerillas. Miedo y odio que corren por las aceras.

Es verdad, nadie se mueve y solo se escucha la lluvia caer y me da la impresión que el cielo va a ceder y se abalanzará sobre nosotros. Los truenos y los relámpagos marcan una danza a las sombras y todas bailan. El olor a tierra mojada, el sabor amargo de la cerveza y el humo que se funde entre la niebla cubriéndome. Todo está podrido y estoy aquí porque no hay lugar en el que me pueda resguardar. Vendrán a por mí, esto es una deuda. Las deudas se pagan sino eres más rápido que el corredor.

Me sentaría en cualquier parte y si al lado estuvieses tú esta lluvia seria más hermosa de lo que fue en su día. Ella nos dio la vida, pero tu me das una vidilla que ni las drogas traen en sus caricias. Pero la distancia y demás escusas por mi parte y por tus labios no nos dejan acercarnos. No nos dejan despertarnos abrazados. El tiempo se burla de nosotros y nos da lo que nos merecemos, un par de ostias.

El frío que se siente en invierno cuando el agua se te cala en la piel y sopla el viento dejándote casi desnudo a los ojos del mundo, esa soledad de no poder mostrarte una lágrima en forma de gota de lluvia. A veces es triste pero otras me derrumbo...

jueves, 20 de septiembre de 2012

Pacífica reflexión

Ando bajo la puesta del sol y liando un cigarrillo mato el tiempo que debería pensar en ti. Encierro mis horas en una botella de vino mal cerrada. Tal vez esta ya no sea la ciudad que conocí. Las cosas cambian pero siempre quedará algo del ayer. Lo enciendo y miro mi sombra, se extiende callejón abajo hasta perderse entre la multitud de cuerpos danzantes. Las cosas dejan de ser para empezar a estar. Dejemos el llanto para otro momento, dejemos la pena en la acera violada mientras apuramos el último whisky con hielo.

Sentado viendo los hombres y mujeres, niños y niñas jugando a vivir. Perder sería lo mismo que morir. No necesito estar en la costa para encontrar bonitas puestas de sol. El asfalto deja una visión de rojo líquido que se funde entre los edificios evitado ser apagada.

Al parecer me he vuelto civilizado. Soy aquello contra lo que me creí rebelar. La conciencia me ha mostrado que esto era de esperar. Pierdo la noción del tiempo enfrentándome al viento de cara. La humareda de los coches cubren el cielo y nuestros suspiros se envenenan de ese gas que nos pudre. Dudo que exista algo mejor, dudo que exista algo peor. Dudo que exista algo más allá de la muralla, porque si lo hubiese no permitirían lo que sucede en esta ciudad.

El mundo me cambió y no se en qué. No tengo nada que ocultar, tengo miedo y puro respeto a la vida. La muerte no ha de ser peor que una vida repleta de vacíos fracasos. La victoria llena hasta que pierdes. Te concentras en mantener alta la cabeza y te ponen la zancadilla. Los barrios no son los mismo. La gente está civilizada, está amaestrada. No se oponen, se les manipula como a una estúpida herramienta.

Y si esto es el futuro, perdonadme, yo no quiero ser testigo. Voy a ser partícipe en el cambio. No soy un perro ni un gato. El chacal ha vuelto a la ciudad del mal y os va a contar una historia. 

A la voz de ya

Larga vida al dolor, seamos mentirosos. Bailemos con danzas macabras bajo la luna llena chorreante de sangre. Los edificios son molidos. Las paredes de mi cárcel siguen intactas. La ciudad se reduce a cenizas y mis barrotes se vuelven puro magma. La canción que más suena en mi cabeza es el grito sin esperanza de una rana pisada. Dejo que mi mente bague por los recuerdos brincado entre cristales rotos y heridas que no van a cerrar. No es mi hora, voy a derrumbarme. No quiero soplar en dirección contraria al viento.

Bajo por las escaleras. Abro la puerta, el tiempo se detien y el asfalto se extiende. Ha llegado el momento. El golpe que ambos esperamos. Llegó el invierno y estas son sus puertas.

Me enciendo un pitillo pensando cuando fue la última vez que sentí esto dentro de mí. Es bonito, es malvado. Miro a los niños, ellos no tienen la culpa de nada. Otra calada y un minuto que se funde dejando el ocaso al alcance de mi mano. Se que no es justo, pero es lo que tiene no ser el bueno para nada. No tengo hora, no tengo lugar. Tiro la colilla y echo a andar.

Olerá a sangre. Nadie verá gota alguna porque nadie tendrá ojos para ver. Las ratas han vuelto a salir de la alcantarilla.Vuelven tiempos de calle, tiempos de guerra. Los poetas han muerto y se han llevado a los músicos con ellos. Esto no tendrá cabida en la historia. Llega el frío y trae consigo la venganza del miedo. Justicia y amor han muerto en la esquina. Odio lloró y las llamas se volvieron hielo y yo soy uno de los copos que van a caer, seré el que desatará la ventisca.

Me estoy demorando. Son las doce menos cuarto y aún no he llegado a ver rodar tu cabeza. No quiero hacer esto. No quiero volver a mancharme las manos de sangre. Esto no debe ser natural. No quiero volver, pero era tan divertido...

Pero es cierto, he de volver. Yo siempre vuelvo. Mi jaula de cartón cedió y escapé por la rendija. Me escurrí entre vuestros dedos. Pero hoy vuelvo a nadar entre la mierda y vosotros sois mi presa. No es justo que paguen justos por pecadores, ¿no? Haberlo pensado...

Todo se vuelve más lento, las cadenas surgen del suelo. Pero me ha oído y ha vuelto para quedarse, es feliz y tengo miedo. Esto no es bueno. Cuando empiece, no habrá pausa.

La ciudad vibra, hoy es luna nueva. Me enciendo un cigarrillo y cuando el humo se desvanezca... habrá comenzado. ¡Sorpresa, jajajajajaj!


sábado, 15 de septiembre de 2012

Los sueños en sueños quedarán.

Es un mal día, las nubes empañan el cielo de la ciudad gris. Es un día triste para las flores al ver arder su pequeño jardín y nadie las ayuda, el humo, el fuego las marchita y las deja a merced del viento como ceniza. Se muere lentamente la tierra, sus sollozos se ahogan entre las lágrimas de personas desamparadas. El viento trae consigo las cenizas, el olor a muerte. Todo está vacío y nada queda en esta ciudad.

A lomos de una nube me dirijo a la luna a esconderme de tus miradas repletas de decepción. No fui un compañero ideal y por eso mi nube se evapora. Caigo al vacío, el viento azota mi rostro, me roba el calor del sol y el océano me engulle entre sus oscuros tentáculos. El olor desaparece y siento el agua encharcar mis pulmones. Tengo frío, pensé. Una garra me atenaza la garganta, me ahoga y no hago nada. No quiero vivir así, no pienso luchar, pienso en ti y como se te llevó el agua. Un anguila me mira con sus ojos fijos en los míos y me susurra...

Es un mal día para nadar en las aguas. Hoy es un día triste porque estás solo y no tienes ánimos para levantarte. El agua te engulle y te apaga. Solo eres una llama de una vela que se apaga con la mínima ráfaga de viento e incluso a veces con la brisa que trae el otoño de tu ventana. Todo está oscuro y a nada le importa que el agua te arrastre hacia sus entrañas. Estás vacío, estás sin sentido. Enhorabuena, te has perdido.

A lomos de una anguila me dirijo a una gruta submarina para esconderme de tus miradas en mis pesadillas. Miradas repletas de fascinación y la herida sangrante que escuece al sentir que no soy más que una decepción. La negrura de la gruta me impide ver y un pez de las profundidades me ilumina. La anguila vuelve a su corriente y un pez me mira fijamente. Me agarro a las paredes, no están frías. Ellas cálidas me cuentan sus sueños...

Lo siento, es mal día para escurrirse por la gruta. Hoy es un día triste como todos los demás, viste la luz del sol que tanto ansiamos y estás frío, no muerto. Nosotras escondemos el calor del corazón de la tierra. Ella muere cada día y nadie llora. La destrozáis y ella os sigue amando. ¿Pero qué te ha pasado? Sangras por un corazón roto, sangras por rasguños. ¿Por que sangras? No llores, tus lágrimas se las llevará la corriente, escuece pero es lo que se siente al ver marchar el pasado amado. Estás roto, estás triste. Enhorabuena, perdiste algo más que tu nombre...

Y despierto empapado en sudor, acariciando la almohada añorando tenerte en mi cama. Así que con un peso en el pecho me levanto dando bocanadas, siento que hay veces que se me para el corazón, que se me quiebra el alma. Estoy perdido en el océano, estoy cayendo del cielo, estoy escondido entre las rocas de una gruta submarina. Estoy huyendo del tiempo, estoy huyendo de ti. Me vuelvo a acostar cuando de pronto la almohada me susurra...

Volvamos a empezar.      

martes, 11 de septiembre de 2012

Al final ásperos se volvieron.

Jajajaja ¿Qué puedo hacer? Estás lejos y no quieres que me acerque. Niegas mi ayuda, echas a correr por la calle sin mirar atrás. Quieres olvidar pero no puedes y te enfureces. Pasa el enfado y te entristeces apenando a tu corazón. Una estocada más y caerá otra vez a esa oscura tiniebla y reconstruirás ese castillo de hielo que en verano el sol derretirá y la historia se repetirá. No quieres que te pisotee y no lo hago. No quieres que te hable y tampoco lo hago. Pero te prometí que no haría más daño y no se si lo hago. Voy a ser paciente para que veas que mi herida es grande y sin lágrimas podré seguir adelante aguantando el escozor. No quiero que te preocupes por nadie, lame tu sangre y mira la luna esta preciosa noche, mañana serás más fuerte.


Me gustaría escuchar de tus labios "te quiero". Pero ahora solo te concentras en no herirte más. No elegí un camino de rosas. Las hostias también me duelen a mí, además sangro más que el resto. Soy flojo y si yo no he caído tú aún deberías tener una sonrisa más ancha que un trozo de melón, blanca como las estrellas. Eres salvaje como bestia feroz que corre entre los árboles sin poder ser detenida. Serías feliz si nada de esto te hiriera pero así ya no serías hermosa. 

La historia de mi vida, es vivir y hurgar en la herida hasta dejar de sangrar. Mirar otra vez la acera que se vuelve fría a medida que el viento sopla con fuerza y la lluvia moja mis sueños. Las heridas son para todos iguales, todas escuecen pero a algunos los despierta a otros los desespera. Quiero pasear por tu terraza y tropezar con los hilos de tender, perderte de vista cuando estás escondida entre la puerta y la pared. No pediré perdón, no me lamentaré. Oprimiré el dolor en mi pecho y que nadie vea como sangro. Que nadie sea partícipe de esta atrocidad. No soy ningún héroe ni jamás lo seré, soy un ladrón, un cobarde y un bufón. Pero aunque nadie lo crea tengo honor.

Me sentaré a esperar, me encenderé un cigarrillo y me beberé una cerveza y aunque me arrepienta te desearé que me olvides. No voy a mirarte a los ojos para que te sea más fácil pero no te cerraré mi puerta. No tengo llave y no quiero quedarme afuera. Estaré sentado mirando como juegan los niños con el vago sueño de verte corriendo hacía mí siendo feliz. Pero esto es lo que merezco, no hago nada para cambiar la historia. No quiero romper la trama, quiero que la obra sea representada según el guión sin quebrar ninguna hoja. Así que te deseo buenas noches y dulces sueños Princesa Damph. 

Me voy, no se si volveré. No llevo equipaje, tampoco lo necesitaré. He de pensar en mí y así volver a sonreír y a llorar. Volver a vivir. Solo te pido que juegues otra partida más aunque yo no sea tu rival, juega para ganar y al menos sabré que no perdí el tiempo...

jueves, 6 de septiembre de 2012

Memorias de un llorón.

Unos ojos que no se olvidan, una niebla que me impide avanzar hacia delante. Que nos lleve el destino por sendas sinuosas y de una sola caricia poder encontrar los labios que reconforten el corazón. Miradas que nos enseñan que hay algo por lo que luchar, algo a lo que amar y que son capaces de ver el mundo a nuestro lado. Te arrodillas y miras que el suelo está lleno de huellas. En lo más hondo de tu pecho sientes que no estás solo, que muchos estuvieron. Que el camino aquí no se detiene, que hay algo más allá del bosque. Que tus fuerzas vuelven a florecer. Sabes que ahora no necesitas alas para volar. Que de tu grito un nuevo día saldrá y su luz se escurre entre los árboles inalcanzable...

Y cuando la ciudad se cubre de nubes y llueve, se confunden las lágrimas con las gotas de lluvia. La gente se lamenta y ni lo entiende. Sencillamente quiero desaparecer, borrar mis huellas... Pero he de lamer la herida, beber a la nueva luna. A esconderme entre las farolas, besar el cemento y gritar que hoy vuelvo a sentir un corazón latir. Dije que quería estar solo y vi, que era cuando más necesitaba una mano. Recuperé las ansias de sonreír de verdad, a dejar de mentir y ver que nada me puede retener. 

Miradme, sigo en pie. ¿Pero de qué me vale si sigo aquí parado? No tengo lugar al que llamar hogar. Llamadme lo que queráis, no será la primera vez que lo oiré ni la última. Muchos me han juzgado, otros han intentado ejecutarme... pero a diferencia de ellos yo sigo escuchando los corazones latir. Me miro al espejo y veo que estoy desmejorando, que los edificios se hunden que no queda ni un banco donde sentarse. El tiempo transcurre y lo sabes. Solo se escucha el llanto de la tierra. Y ahí estás, en medio de nada. Mirándome, pidiéndome que dé otro paso, que me acerque. Un paso mío, dos tuyos. Uno adelante, otro atrás. El miedo me pesa y el orgullo me engulle. El frío se sienta en mi pecho y el dolor hurga en el resentido corazón. 

Tomándome un ron con cola en tu honor, veo que solo puedo decir un triste "lo siento". No quise meter a nadie en esto. Es mi problema y no he de pedir nada a nadie. No he de llorar otra vez. No podré mirarte a los ojos y sin dejar de ver un pequeño destello de decepción. Las hadas solo existen en los cuentos. En el mundo real tampoco hay buenos ni malos, es demasiado complicado. Todo es distinto y nada es igual. Volveré a mirarte, volveré a estar sentado a tu lado con cara de idiota por toda esa ayuda que me has dado. 

Muchas gracias. 


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Contar fins a deu abans de cagar-la

Nits de lluernes, carícies davall del sostre estrellat. Besos amagats i furtius de les hores que he passat al teu costat. Moments en que em sentia volar, lleuger, capaç d’agafar un tros del cel o algun núvol descarat i portar-te’l aquesta nit al llit per a que somies en dolços somnis. Que si estàs sola, aquesta nit estàs amb mi. Sense tu, avui deixaria de ser hui i seria altre dia més. Hores mortes que amb tu prenen un color, un sabor. 

No sabria que fer si ten anares aquesta nit, però mentre duren aquestos moments, et regali un rosa per a que em mires als ulls i veure’t somriure com soles tu fas. Abraçar-te i reprimir les meues llàgrimes, sempre que estic al teu costat em sent tremolar. No puc demostrar-te d’altra el que sent per tu si no es així, he d’escriure per a viure, però avui per a dir-te alguna cosa més que un t’estime. 

Ets una fada que em va veure i jo un covard que et va trobar mentre fugia. Jo secaré les llàgrimes que pugen córrer pel teu rostre, t’arravataré un somriure aquesta nit, mentre junts caminem agafats de la mà. Caminem fins més enllà de l’horitzó. Esta nit no et diré que sóc ningun esclau, esta nit jo sóc el teu amant. Que d’amagat t’agafa de la mà i et besa en cada cantó, en cada portal que molt abans vaig conèixer sòl. 

Eres d’aquesta nit la meua única llum, tu m’has furtat la lluna però també al sol i amb un altre suau bes et llevaré eixa mirada pensativa. Posaré el braç per a que t’agafis a mi, junts ens anirem aquesta nit. Vull veure el teus ulls, sentir els teus besos i escoltar les teues paraules de mel. 

Vine aquesta nit amb mi, jo et portaré allà on tu em demanes. On les teues carícies es confonguin amb el calor d’una foguera. Anem-nos-en junts, dona una oportunitat a aquest noiet per a créixer entre els teus braços. Deixa’m ser el motiu del teu somriure, de la teua felicitat, almenys aquesta nit.
No podré dir-te que sempre estaré. Però si et fan mal, tin per segur que tornaré.


lunes, 3 de septiembre de 2012

A veces hasta sombrero

Las danzas que incitan a una persona sonreír con la mirada, las miradas que incitan una caricia en la mejilla. Esas caricias que funden nuestro castillo de hielo dejándonos descubiertos y casi desnudos. Por todos esos mordisquitos en tus labios, hoy bebo por olvidar cada una de tus sonrisas. Tal vez no sea el fin. No miento si me protejo con falsas verdades. El miedo se vuelve a instalarse en mí. Mis piernas ni me soportan y tú sigues joven y lozana desde tu terraza mirando las estrellas otra noche más. No te cansarás de mirar a la luna y sin saber que no deberías envidiarla.

No llores porque salga el sol, llora porque se ha ido la luna y su vino. Deja de mirarme con esos ojitos y dime esas palabras que te hieren el alma. Escupe el veneno que te atraganta. Me fui de tu lado por ver que ni de nuestras caricias salía una llama, me fui porque algún día tenía que volver. Ligero de equipaje y desde este risco veo el fin de color azul. No conozco nada que tenga que ver, pero si llega el fin no me lo pienso perder. ¿Habrán fuegos artificiales? Estoy ansioso, quiero ver si habrá una segunda parte.

Hay demasiadas dudas que afloran desde la primera mirada, otras desaparecen con un nuevo amanecer. Duele, siempre duele. Tú mírate y déjate llevar. Sonríe al sol, llora a escondidas de la luna en su cara oculta. Déjate llevar no solo por las sonrisas, piérdete entre los jardines. El olor de las rosas no es lo único hermoso esta noche.

Fumo sentado en un banco mientras veo como el tiempo pasa lentamente, bebo mirando tus ojos y recordándote a cada caricia cuando el viento sopla de cara. Me siento fallecer y no tengo a nadie que me agarra para cuando caiga. Creo que será lo mejor, este es mi problema. Dejad de sentir lástima y mirad vuestra piel y mirad la mía. Algún rasguño, un arañazo... chorradas. A mí me invitan a cerveza y luego me hacen pagar la cuenta. A mí me miran por arriba del hombro instantes antes de que salte por arriba de su cabeza. La gravedad es una costumbre que de vez en cuando se me olvida. Tal vez no lo parezca, pero sigo siendo igual de niño que hace unos años. Solo que ahora llevo una chupa de cuero y llevo gafas de sol, a veces hasta sombrero. 
Hola, buenas noches y esto es mi puta cabeza. Pongamos las cosas claras. No soy ningún cursi, soy romántico. No soy ningún caballero, soy un ladrón. No miento, modulo la verdad. Juego con factores y arriesgo cuando es necesario, pero atenta, sigo siendo un cobarde y rastrero. Sueño con oro y en no morir solo. Cada mañana me levanto de la cama y busco motivos por los cuales no deba saltar por la ventana. El que más me gusta es que pondría la acera perdida. No soy un tío guapo ni hermoso, soy un tipo elegante sin necesidad de trajes ni presentación. Quiero que me escuches a la vez que mires a los ojos. Si te digo que puedo, lo hago y sino pues caigo y me los cargo. No corro, si me tienes que coger, alarga el brazo.

No tengo fuerza de voluntad y carezco de personalidad. Si me tocas las pelotas, aguanto. Si me canso y me levanto no temas. Ladro mucho y muerdo poco. Miro las estrellas con aire de soñador, tengo la cabeza en otra parte y sigo mirándote a los ojos. Si te escondes, no te encontraré. Pero nadie se esconde eternamente. Te pido sonrisas y solo me das desgracias. Sufro con verte entre caricias que no son mías. Soy una criatura que salta entre los sueños. Soy de los que suben hasta el cielo para dejarse caer. Miro a la luna y no soy capaz de verla. No entiendo de geografía pero soy capaz de encontrarte entre mis brazos. Pero si te marchas, no podré retenerte. 

Mírame y dime que soy un idiota por siempre tener esa sonrisa de payaso en la cara. Ni a ostias me la quitaban. Llámame cabrón por arrancar de tus labios un triste "te quiero" y luego irme a donde se me lleve el viento. Pero de tu pecho no supe encontrar tu corazón. Me entretuvieron tus senos. No lo pongo en duda, encontrarás iguales y mejores que yo, pero ninguno tendrá mi magnética gilipollez y mis ojitos de cerdo decapitado. 

Así que un consejo: Adiós y muy buenas. 

martes, 28 de agosto de 2012

Tempus fugit

Simplemente y llanamente veo el agua fluir y sin detenerse, decido asomarme a la orilla. Veo mi reflejo llorar y lamentarse, está triste y frío. Odio el frío, me enoja. Pero esta vez no comprendo los lamentos de mi reflejo. Llora tanto que creo que sería capaz de ahogar a un pez entre sus lágrimas.
Miro en sus ojos, no solo hay lágrimas, ni dolor, hay mucho más… Hay una llama que baila al compás del viento, que danza entre los troncos. Una llama que poco a poco comprende que no es más que una brasa y ha perdido todo aquel poder, esa gracia, ese calor. Ha perdido una guerra que nunca estuvo para ser ganada. Siente que poco a poco se muere de frío, que pierde la noción del tiempo mientras mira a su alrededor, ¿todo se ha vuelto más rápido o el que se había vuelto más lento? Ahora no tenía nada más que cenizas, su calor se desvaneció como los besos de la primavera.

No siente miedo, no siente rabia, no siente nada más que lo que su sonrisa muestra a nuestros ojos. Un frío invernal triste, preocupante. No una sonrisa falsa, no un intento de ocultar su dolor, no. Es un símbolo que muestra más allá de cualquier saber que ahora es de roca, que ahora no le van a herir. Que sin miedo, te tenderá la mano sin temor a que le arranques el brazo. Porque él ya no tendrá piedad. ¿Sufre un gato al comerse un ratón? No. Le han pedido justicia, le han pedido perdón. Pero él ni es juez ni es dios. Él ahora es un niño que igual que un adulto es capaz de apretar a un gatillo y no pestañear a cada trueno que sale de cañón.

Pierde su humanidad, pierde su corazón, perdió algo más que el amor. Perdió las ganas de levantarse por las mañanas y de volverle a sonreír a la luna. De reírse de sus desdichas con una cerveza en la mano. Su sed no se sacia ni con vino ni con agua. Su hambre no es de carne.

Así que vuelvo a mirarle a los ojos a mi pobre reflejo. Siento lástima de él, siento respeto, siento algo parecido al miedo. No es malo, ni bueno. Es el frío del profundo invierno, es la oscuridad de una noche sin luna. Es el cristal roto que resbala por tu piel. El invierno se acerca y él lo sabe. No necesita más que una pista para encontrar la salida. Ya sabe dónde está la llave, solo necesita encontrar la cerradura.

No comprendo que es esta sensación que nace dentro de mi pecho cada vez que lo veo. Me niego a ser ese reflejo. No puedo ser yo. Me acerco al río, me fijo más detenidamente en sus gestos, en un rostro. Intento acariciar la superficie del agua. Sonríe y me arrastra a lo más hondo, me mira con unos ojos que no son los míos. Esos ojos de lobo. Intento gritar, pero el agua me ahoga. Siento como me muero lentamente y sin poder remediarlo. Así que has vuelto, ¿eh Werwolf?

jueves, 23 de agosto de 2012

Que se forjen las horas.

Si hubiesen silencios y susurros tal vez podría verte. Pero entre el azar y el viento en contra hacen de este andar algo raquítico. Quiero pensar que jamás llegaré a ver llorar al nuevo día que despunta entre las montañas. Pero hasta el cielo se marcha para que no lo vea jamás. No pienso hacer florituras con las llamas de mi mechero, ni malabares con mis cigarrillos encendidos. Voy a ver y a dejar de mirar, que las lunas guíen mi camino, que no se detenga la melodía. Que no cesen las sonrisas...

El humo danza entre mis pulmones y sin toser doy otra calada más. Verme reventar, ver como todo estalla, como se va todo a la mierda y quedar solo las cenizas de un bonito recuerdo. Mi sonrisa dejó de ser bonito cuando olvidé a llorar. Nadie me enseñó a respirar y sigo esperando alguna caricia que me haga arder. 

Mis pies están cansados, mi vista ya no distingue las formas. He de reconocer, que tengo tu nombre arraigado dentro. Que no lo olvido con facilidad. Tus recuerdos son un torrente que me arrolla con arrogancia. Me tuviste de rodillas, ahora estoy de cuclillas esperando a saltar. Voy a escapar por la ventana. Saltar a cielo abierto, que nadie podrá alcanzarme y sentirme otra vez en la inmundicia de la soledad. Que nadie me detenga es aún más triste como ver como nadie me puede detener. No soy viento pero sigo siendo igual de escurridizo.

A veces creo olvidar que juego contra el mundo. Que desde que sale el sol hasta que  se acueste la luna he de mantenerme con los ojos abiertos para no perderme nada. Saltando y mirando el balcón por el cual me he abalanzado, veo que el cielo se hace más pequeño. Los edificios se lo comen lentamente sumiéndonos en una gran cueva. Que el humo no nos ciegue los ojos ni nos pudra los pulmones. 

Creí haberme equivocado pero solo veo una realidad cruda o mal echa. Si tienes miedo, no cierres los ojos. Toma una bocanada de aire, mira al frente y no tiembles. Estás de frente ante el vacío y solo quieres orinar en la esquina de atrás. Mírate, pronto esto se va acabar, o el miedo te devorará y lucharás por vivir o mueres. No es más sencillo que lanzar una moneda al cielo y deducir si saldrá cara o cruz.


Nosotros decidimos nuestro destino, no pierdas tu camino. Solo tu lo vas a andar.

viernes, 17 de agosto de 2012

Piedras y hojas, paisajes y momentos; estos son solo ingredientes para una historia y tan siquiera una buena historia. Falta algo de magia, falta alguien, faltan varios personajes, falta un gran problema. Y ante todo en una buena historia, se necesitan sentimientos, el motivo por la lucha, el odio contra el opresor, la fuerza de la venganza, el amor a la libertad. Ese motivo unido a las ansias, son la leña y la chispa para encender una buena hoguera. Pero no tengas miedo, si arde, que encienda el bosque entero. Deja danzar las llamas, que bailen con las ramas. Que solo queden las cenizas y el crujir de las ramas calcinadas. Que no quede nada en pie. Y cuando nada quede, cuando el viento se lleve los restos, planta una semilla y déjala crecer. 

El odio engendra odio pero no siempre ocurre, en asuntos del corazón no existe ninguna ciencia exacta. No tiene sentido, pero el odio también da pasión, el amor nos puede sumir en la desesperación y seguir pareciéndonos algo bello y hermoso. Como si el dolor ya no fuese con nosotros. Pero si te atreves, mejor dicho, si puedes contarme una historia sin que ella te engulla... Vamos valiente, a ver si puedes. Y no vas a poder, toda historia para nacer necesita de narrador. Unos hacen historia, otros la escriben pero pocos ambas cosas. Deja de temblar, mira el cielo y cuenta las estrellas. Ellas te acunarán en la arena. No necesitas zapatos si caminas por la costa. No necesitas de paraguas si está el sol fuera. 

Si tienes un sentimiento, tienes momentos, tienes recuerdos, tienes historia. Que hablen bien o mal, que más da. Eres tú y vas de mi mano. Lo que digan los demás, que se lo guarden para sus corazones, que se atraganten con las palabras pútridas. Yo voy a guardar mis espaldas, voy a dejar bajar mis pensamientos a lomos de una cabra y correr por la montaña. 

Es cierto, amar y escribirlo es tan inútil como un grito escrito en una hoja de papel. Nunca mejoran tus problemas plasmarlos en el papel. Que lo digan y se lo crean es como montar a lomos de un elefante rosa con tutú morado. Es imposible, los elefantes no llevan tutú. Que soplen a favor del viento y creerse que dominan el movimiento de las hojas. Digan lo que digan, escriban lo que escriban, van y vamos a perder. Esta guerra nunca estuvo hecha para ser ganada. Amar y perder, amado y derrotado.

viernes, 10 de agosto de 2012

Esclavos del Destino

Hemos empezado a pensar, hemos dejado de sentir. Pero este sentimiento que nace de dentro del pecho sale en forma de lágrima por mis ojos, una lágrima tras otra, que bonito. Hoy el rap entra en mí como algo más que música, entra en forma de vida. Hoy quiero sonreír, pero lloro. Odio este descontrol, pero es el efecto del sentimiento unido a la buena música. Dicen que llorar es una muestra de debilidad, pero yo sigo siendo fuerte y para eso uso botas de plomo. No tengo miedo a que se rían de mí. Tengo más miedo de ti, que de otros con dos cabezas y que escupen escarabajos. 

Voy a dejar mi traje negro, hoy vestiré de verde. La esperanza crece en mí como un árbol. Yo hoy he dejado de ser un trozo de cristal y me he derrumbado. Hoy siento como mis pecados se han marchado por su propio pie. Pero hoy voy a cambiar mi realidad, yo los acojo como a hijos. No se van a marchar muy lejos, teniendo a mi lado un lindo hogar. Estoy perdido, pero nada me importa. Hoy estoy feliz. He cambiado y estoy consciente de ello.

Hoy las mentiras que hoy me encadenan a la tierra, para su desgracia hoy mi voz hace temblar la tierra. El progreso es cada vez más parecido al retroceso entre los países y las sonrisas de los críos sustituidas por los llantos de madres al verlos morir de hambre. Vivimos en tiempos de guerra, en una guerra sin armas. Vivimos en una guerra silenciosa y desgarradora. Algo me esta pasando por dentro que me hace ver lo que pasa por delante de tus ojos. Vamos a sonreír, hemos recogido los frutos de un pasado que nació con lágrimas y tristezas. Hoy esas semillas son sonrisas y alegrías. Teñid de negro mis sueños y tal vez vuelva a ser una bestia pero también os puedo arrancar la cabeza. 

Si te invade el silencio grita, si te invade la soledad ábreme la puerta. Lo siento sino te abrazo, procuro mantenerte a mi lado. No quiero perderte entre la niebla. Subiste a un tren del que sé que no tengo plaza, pero se que puedo esta noche echar a volar. Vuelvo a ser un niño, hoy he vuelto a llorar sin motivo. Llorar porque quise. Para hacerte fuerte primero conoce al débil. Luego mírate en un espejo y mírate a los ojos y conócete.

Si estás solo lucha, si estás acompañado lucha. Si no quieres perder, lucha; si no lo haces tú, lo haré yo.

martes, 31 de julio de 2012

Pongámonos serios.

Baila como quieras, se como quieras. Pero has perdido tu mirada de rabia. Esa hermosa sed de venganza sin fundamentos. Esas ansias de rebelión y que no sabías que mierdas pintaba ahí. Esas ansias de mantener una lucha continua, ser capaz de tragarte todas tus lágrimas y derramar palabras sabias y cargadas de fuerza. Te tenías por una divinidad caída, una divinidad humana. Luego viste que eras otro mortal. Eres normal y corriente, eres aburrido y luchas por cambiarlo y no lo consigues, te hace parecer patético. Cada vez que hablo contigo, siento como vas perdiendo chispa. Reconozco que al principio era divertido.

Recuerdo un tiempo en el que escribir para mí era como respirar. Podía hacerlo tantas veces quisiese, pero cada vez me siento más torpe, más mono-temático. Algo me está pasando y creo que tiene que ver con el viento. 

Eres para mí como otro hijo bastardo que nunca quise pero siento la responsabilidad de guiarte. Eres débil y poca cosa, eres nada. Si tu oponente es fuerte, usa su fuerza. Si tu oponente es grande, haz que tropiece y si tu oponente es invencible, no te rindas. Hay algo que he visto, algo que llevas en la sangre y es que ardes muy rápido. Ahora que eres ceniza, renace joder. No dejes que el viento se te lleve a otra parte. 

Sus ojos pueden conmigo, sus besos me arrastran. He perdido mi olfato, he perdido mi dignidad, mi orgullo por solo estar cerca de ella. Algo que tiene su piel y no es oro, me debilita. Me domina con facilidad, soy otro peón entre sus dedos. Me he vuelto blando.

Pues que se nos lleve juntos el viento. Que se vallan a la mierda las estrellas, que se pudra la luna y que el sol quede reducido a cenizas. Ni eres músico ni tienes talento para ser poeta. Menos es nada y ahora estás otra vez lamentándote, ¿pero desde cuándo te ha importado? ¿Te arrepientes de haber comenzado?

NO, NO ME ARREPIENTO. AÚN SIGO AQUÍ, AÚN TENGO ALGO QUE DEMOSTRAR. PUEDO LLORAR, NO SOY DE ACERO NI TAMPOCO QUIERO SERLO, NO SE MERECEN NI QUE SUDE, NO NECESITO SER INVENCIBLE, ¿DÓNDE ESTARÍA LA GRACIA?  HOY HE VUELTO, ES HORA DE TRABAJAR. NO SOY UN IMBÉCIL, ESTOY ATASCADO Y NADIE ME VA A AYUDAR. EL FRÍO INVIERNO VOLVERÁ Y CON ELLO MIS DULCES PECADOS, MI VENENO Y MI SED DE VENGANZA. NO NECESITO QUE ME SALVEN.

Que corran las horas, que se caigan los cielos. Hoy la tierra se resquebraja bajo el terror de los demonios. Los demás hijos de puta también se están dando cuenta de que algo pasa. La fiesta está iniciando sus preparativos y vuelvo como profeta para decir que la sangre será el primer ingrediente de esta enternecedora receta. 

Que yo no sea ni humo ni viento, que no sea hijo del sol ni amante de la luna, no significa que dentro de mi no haya algo que pueda arder más que el sol, que sea inalcanzable como el viento. Que no soy de la tierra, que tan siquiera sea un punto y aparte, pero soy inamovible como una roca y soy la coma que ahoga cada uno de tus silencios. Soy los puntos suspensivos, soy todo aquello que está más allá. Soy vino y pan, soy muerte y vida, lo soy todo y nada. No estoy para decirte que soy, porque ser nada es nada. Y ser menos que nada, ya es algo. No lo se ni yo.

Hagamos de los problemas nuestro mejor chiste...

lunes, 30 de julio de 2012

Que lindo es el hogar...

Joder, es oler el puto humo y el olor de mierda y ponerme de mala ostia. No es que esté cabreado, solo escupo fuego. ¿Y en qué coño estaba pensado? Vuelvo a meterme en el puto nido cuervos. Ahora intentan sacarme los ojos, panda de hijos de puta, en mis tiempos aspirábamos a más.

¿Pero en qué mierdas pensaba enviándote esa mierda? Lo puedo hacer mejor, pero dentro de mí alguna cosa marcha demasiado mal. Me está jodiendo la vida, cada día y creo que es esa sonrisa de idiota que nace cada vez que te veo. Ni tragos de tequila, ni cigarrillos mal liados. Ostia, hagamos las cosas bien y digamos las cosas por su nombre. Estoy en un precioso jardín y estoy olvidando el motivo de mi visita. Reducirlo todo a ceniza. Todo.

Que joder, cada vez que de ti nace alguna hermosa palabra, cientos de ellas me arañan queriendo salir. Y todas llevan un puto vestidito rosa. Ansiaba el verano por su sol, su calor, sus largas noches en vela... pero solo tengo un estúpido catarro. Tan siquiera encuentro sentido a llevar chanclas en la playa, pero yo imbécil las sigo llevando. ¿Pero qué coño me está pasando? Necesito birra, algo de rock duro y algunas pastillas para la tos. Me estoy haciendo viejo y este aburrimiento es lo que me va a matar. ¿Torpe y si gracia para escribir? Joder, si te van a decir siempre lo mismo, que digan los putos fallos, búscalos y elimínalos, que no queden pruebas de que existió.

¿Qué debo hacer? ¿Dónde compro un maldito lanzallamas o desodorante? (ya tengo mechero). Sol gilipoyas, luna subnormal, ¿dónde mierda están esas hermosas horas que cuentan las historias en las que vosotros inspiráis impresionantes historias, protagonizáis cuentos, desarrolláis el misterio de cualquier trama? Porque, o yo soy tonto o vosotros mudos e inútiles para escribir. Así que salid de detrás  de las nubes, no os escondáis. No es que os vaya a comer, aún no me he comido a nadie.Creo...

Pero ni bailes ni ostias, quiero llevarte en secreto a mi lado. Escurrirnos entre la masa anónima, besarte y desgarrarte el vestido. Eres hermosa, pero yo soy imbécil. Mira que intento agarrar el humo y se sigue escurriendo entre mis dedos y saliendo de mis pulmones. 


Busco mis raíces en una alcantarilla, busco mi casa en una esquina. Sangro vino y devoro el tiempo de forma paciente. Cuento las horas, miro los proyectos... son muchos... no son imposibles, creo. Pero sigues mirándome con ojos altivos y preguntándome que coño pasa por mi cabeza. A este paso, creo que cualquier cosa sería buena para echar en falta, pero en mis labios se esconde tu nombre, en mi pecho recuerdos. En mis ojos tu imagen a fuego permanece no eterna, para ellos dejó de existir el tiempo desde que vieron los tuyos...

martes, 3 de julio de 2012

Patea el suelo por un baile más

En la ciudad las nubes se abren paso con suavidad y se acomodan en nuestro cielo azul. Se que no estás a mi lado, que si alargo el brazo tampoco te alcanzo. Pero tengo tus ojos en mi corazón, tus labios en los míos. Marchamos por caminos distintos, marchamos hacia un nuevo sol. Pero tengo una espina clavada en mi corazón. Que cada día que me levanto me recuerda que no te tengo a mi lado, que estás lejos, que no te puedo saborear, que si te veo jugar con otra persona la envidia me corroe. Odio ser celoso, odio ver que no soy tu sonrisa, odio no tenerte entre mis brazos. Quiero besarte en el amanecer de tus senos, hacer que el mundo gire a tu alrededor, que nunca llores...

Y luego me pides que te haga sufrir. Que te mire a los ojos y te haga daño, joder ¿cómo quieres que yo lo haga? No me hago el héroe. Solamente hago de mí y que además ese papel ya me viene grande. Quiero acercarme a tu cuerpo, morderte y bajar por tu silueta. Quiero agarrarte fuerte, sentir como tus uñas me arañan la piel. Quiero sangrar vino. Quiero alimentarme con tus besos, con tus palabras y con el bailar de tus caderas. Quiero dejar de oír ese suspiro de aburrimiento, quier dar rienda suelta a mi cuerpo y devorarte, que me comas no solo el alma. Pido tantas cosas, pido el cielo. Me conformo con un souvenir. Estoy a tu lado y la carne deja de serlo y se convierte en sentimiento. Todo carece de importancia, todo desaparece bajo tus labios...


Me enciendo otro cigarrillo, las nubes ya lloran. Los niños dejan de jugar y huyen de la tormenta. Los truenos azotan con fuerza, el agua fría congela los nervios y hace que se pudran las plantas. La gente se esconde. Levanto mi mirada, una dama de blanco me mira. Se que me mira a pesar de tener los ojos cerrados. Se ríe de mí. Se acerca, el humo de mi cigarrillo me envuelve, ¿me protege? Ya más quisiera yo. Joder, que buena que está la muy zorra. Pero por más que me quiera acercar, el humo me tiene agarrado por la garganta. Ella continúa riéndose de mi. El miedo comienza a penetrar en mi piel.


Quiero huir contigo. Llevarte al lugar donde nació el sol y donde la luna conoció a su primer y único amor que le robó el corazón. Llevarte en mi carro de fuego hasta que tus ojos lloren de felicidad. Contarte la historia más bonita y más excitante que las estrellas me confesaron en una noche de larga borrachera.

Me tiemblan los pies, quiero moverme pero algo me lo impide. El pánico, el terror, la impotencia... el miedo. Sacas un puñal de entre los pliegues de tu vestido. Levantas el rostro hacia las nubes, se detiene la lluvia. Abres los ojos, me miras. Tiemblo, quiero ponerme a llorar. Duele el frío, duele la soledad, duele la ira, la rabia... duele todo pero lo que no te mata te vuelve más hijo de puta...
Así que vamos a por ti princesa Damph, vamos a bailar otra vez más...  

miércoles, 20 de junio de 2012

Mi petaca

Y joder, como odio el viento que me desaliña el pelo. Pero este peinado me sienta divino. Arranco una rosa de cualquier jardín y me dedico a robar sonrisas con mi máscara. Quiero derrumbarme, que el agua vuelva a estrangularme el cuello, que me bese el viento solo para quitarme el poco aire que me queda. Otro empujón al precipicio. Recordaré cual fue mi nombre antes de comenzar a andar.

No tengo tiempo ni para sentir miedo, no tengo tiempo para amarte como es debido. Tú comenzaste a andar, yo me lancé a correr en dirección opuesta. No es para salir de la oscuridad, quiero adentrarme más, quiero hurgar en una herida que tan siquiera ha nacido. Voy a necesitar: cigarrillos, una petaca, una caja de cerillas, ron y algo de dignidad, si puede ser algo de orgullo y unos cojones más, los míos me los dejé en la entrada.

Me pongo mis gafas de sol, me arreglo el pelo y la barba. Miro al frente, miro a los lados y detrás. Perfecto, no tengo a nadie. Hecho a correr, no cierro los ojos, mi camino queda marcado por las señales de humo. Huelo el olor del viento fresco, libertad. Huelo vida. Acelero el paso, siento una presencia que me sigue, me da igual. Cargo mi revólver y giro sobre mi mismo y corriendo de espaldas disparo a la oscuridad. Se que le he dado, nunca fallo más de dos balas. Sonrío, pero de pronto un brazo lleno de sangre sale entre las sombras con las balas en las manos. Una voz de fondo empieza a reírse, así que hecho a correr más rápido...

Una luz, de allí viene el viento. A medida que me acerco, mi corazón bombea más aceleradamente, esa cosa me sigue y ahora más deprisa, creo que tiene tentáculos y muchos ojos. Odio a los que tienen más de dos ojos. Me hacen sentir observado, joder. De pronto tropiezo y lo que antes era una grieta, era ahora un agujero. Apuro mi última calada, miro hacia atrás. Me apoyo en las paredes, un paso y saldré de aquí. Me detengo para ver el rostro del ser que me perseguía. Cuando un tentáculo salió con una chica agarrada por el tobillo. Este reía mientras yo para mi asombro te veía ahí colgada, medio muerta. No  se que coño te ha pasado, pero no voy a ver lo que te va a pasar...

Salto al vacío cuando el monstruo con un tentáculo me agarra el tobillo. Me hace irme de morros contra el suelo, joder, me he quemado con la colilla. Pero de sus adentros una voz empezó a burlarse de mí. Otro tentáculo estrella contra mi pecho. Mierda, se ha cargado mi petaca... mi ¡¡¡PUTA PETACA!!! Saco el revolver, cuatro granadas de mano y otro cigarrillo. Gilipoyas, hijo de puta... Me enciendo mi siguiente cigarrillo, una suave niebla nos envuelve. Se ríe, menudo imbécil.

Y en acabar el baile, en mi espalda una princesa derrotada por el cansancio estaba dormida. Mi petaca destrozada y mi ropa llena de sangre. Joder. Apago el cigarrillo y rebusco entre sus bolsillos hasta dar con la petaca, doy un sorbo y recupero el conocimiento, la miro y le obligo a beber. Le meto un par de bofetadas para que se despierte. La dejo tumbada en el suelo y al lado una nota de disculpas por quedarme con su petaca llena de licor barato.

domingo, 17 de junio de 2012

Incluso si los cielos se hacen ásperos.

Ir al baile agarrado de tu mano, besarte en la mejilla y bailar toda la noche. Querer llevarte a la orilla al lado del puerto y escondidos entre nuestros abrazos, acariciándonos y mordiéndonos mientras jugamos con la mirada. Amarte hasta que salga el sol y a pesar de que no soy de tu tierra y ser un trotamundos andante, se que tienes un castillo del que hoy te dejaste las llaves dentro. No tengo casa ni cama a la que llevarte, por eso te tumbaré en la arena, para así ver el amanecer, enredado en tu cabello. Quiero escribir un te quiero en más de una línea, en forma de poesía pero soy otro desgraciado que no sabe echar los dados en este juego de azar. Demasiadas cosas cargo a mi espalda, demasiadas miradas puestas en esta jugada, en este juego entre juegos, esta es nuestra gran hazaña.

Porque hoy bebo a tu salud, porque hoy quiero encenderme un cigarrillo y lamer tu cuello. Y que cuando nadie me vea, arrancarte de un bocado un trozo de corazón y tomarte en esta noche de luz de luna. Suaves tragos de ron acompañados por el vibrar del viento. Te veo sentada viendo el horizonte y la luz del sol directamente a los ojos. A veces te juro que no te entiendo, tienes la sonrisa del cielo y las lágrimas del vino. Quisiera protegerte pero siento que no quieres que me acerque, siento que este no es mi lugar. Así que echo los últimos troncos a las llamas, tan pronto se va la luna, mi corazón se convierte en cenizas y me pongo el disfraz de bufón para hacerte sonreír.

Que tal vez nunca conozca el cielo, que tal vez jamás pueda acariciar una nube, pero esta noche fuiste mía y no necesito nada más que otro sorbo de esa botella que tienes entre los dedos y que besas con tanta pasión. Porque aún sabiendo que no me quieres sigo siendo de acero, que sigo siendo el mismo de antes. El tonto que sonríe por ver como se mueven las manecillas de un reloj. Que es feliz con solo ver sonrisas. Ser el que pierda, al que le lancen piedras, pero mientras me las lancen a mí, nadie tocará tu piel de seda. Porque bebes de mi felicidad, porque me das calor y siento que nada me puede dañar. Que puedo hacer estallar las cosas con solo tocarlas. Sonreírte, llevarte al baile y hacerte la princesa. Liarme un cigarrillo y entre tus suaves labios. Llevarte otra vez a la costa y repetir la historia bajo la luna.

Y el tiempo es tiempo y tus ojos vuelan de nuevo directamente hacia el cielo. Vuelves a elevarte hacia arriba, me pides que te agarre la mano e irme contigo hacia los más alto. Pero yo soy otra persona, soy un cualquiera que no quiere volver a volar con las alas de otra dama, aún soy débil. Te sonrío y cierras los ojos, me besas y te elevas entre el humo de mi último cigarrillo. Tus plumas cubren ahora mi cielo, tu olor es mi viento. Ahora vives a la izquierda de mi pecho. Te guardo escondida como figurilla de cristal de la que no me voy a desprender. Ahora marcharé de nuevo solo, zarparé y viajaré hasta el horizonte. Me gustaría volver a encontrarte, pero tú eres un ángel y yo otro navegante sin destino.

Y en esta noche de paz y llamas, el mal de dentro de mi ser se convierte en cenizas. Y como si del último día se tratase, te agarraré de la mano y juntos saltaremos a las llamas. 
 

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