Grito Vacío
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domingo, 22 de abril de 2012

Aquerón

Desde el tejado de mi casa, miro el cielo y mis ojos no son capaces de abarcar tan gran universo, de tan gran inmensidad. Solo soy capaz de percibir que soy un grano de arena en este desierto. No me siento bien, soy minúsculo. Huelo el viento y no encuentro más que la polución en el aire. Me agobia este viento, él tampoco es libre.

Los pies los siento fríos y sigo descalzo y sentado en el tejado. De pequeño quería ser una estrella en el firmamento. Desde allí arriba y verlo todo minúsculo, ser el águila que surca el cielo. Podría verte cuando estuvieses en tu ventana. Y cuando fueses la luna te besaría en silencio y que nadie viese cada una de las caricias que te regalaba cuan el frío nos abrazaba.

El tiempo fluye hacia delante, hacia atrás y entonces te das cuenta que no fluye, se expande. Beso cada una de las cartas que te envío desde este retiro alejado del océano. El fuego crepita suavemente y me sirve de compás al alcanzar la segunda hoja de esta tragicomedia. 


Lágrimas en vez de letras, gritos como exclamaciones y dudas como interrogantes. Bailemos otro vals agarrados. Enséñame a besar tus labios de cristal. Enséñame a volar. No quiero estar metido en esta urna llena de clavos. 


Me alcanza el sol, el tiempo a corrido lo más rápido que le enseñaron y el sol sale entre las montañas. Me enciendo un cigarrillo. Un nuevo día. Y tranquílamente espero que se ponga el sol allí sentado. Y otra taza de café para el cuerpo que lo necesita y no deja de gritarme al oído.

Fui y seré otro esclavo del universo, pero cabalgaré con tu recuerdo dentro del pecho y un sueño en la garganta. Acuérdate de mi voz y yo recordaré tu ojos.

sábado, 21 de abril de 2012

En cualquier lugar

Los recuerdos se representan con imágenes, con palabras. Así que voy ha continuar, esta vez nada de empezar de cero. Reír desde el suelo y darle otra calada a mi cigarrillo. El calor del sol sustituye al frío de la soledad, pero hoy quiero algo de beber. No me siento a gusto. Tan siquiera es agosto y este calor es pegajoso. No se nada sobre nadie, estuve fuera y todo siguió su curso sin mí. Vamos a improvisar una escena, tranquila tampoco quiero que mires.

Hoy el destino y yo hemos cambiado de juego, el ajedrez es demasiado largo, las cartas dependen demasiado del azar. Así que hemos decidido ir a jugar a billar. Talento, suerte y elegancia. Pero en el bolsillo interior de mi cazadora aún está esa carta, el comodín con cabeza de pájaro y cuerpo de bufón, que me dieron al embarcarme en este reto.

Me río de este reflejo, pongo las bolas de marfil en juego. Siempre tuve predilección por las ralladas, pero me encanta la bola 1 y su color amarillo liso. Un trago de mi cerveza y coloco las bolas, miro el tapete. Me gusta esta mesa. Hace tiempo que no juego. Apago el cigarrillo, ya hay demasiado humo en la sala. Las bolas ya están en su sitio. Le miro a los ojos, me sonríe. Disfruta, lo se. Vuelvo mi mirada a la bola negra, la hago rodar, quito el triángulo.

Estoy sentado en un  silla, en una mesa donde están nuestras bebidas y cazadoras.  El suelo está lleno de colillas.  Hace su tirada. Rompe la posición perfecta y hace las ralladas. Joder. Ríe, me mira y sabe que estoy incómodo. Esto cada vez es peor. No me gusta jugar de esta forma. Pero al menos esto ya me gusta más. Ya va por la tercera bola consecutiva. Esto no es bueno. Bueno, si falla, nos reiremos un rato.

Me mira, se detiene. Yo la enseñé a jugar. Le gustar ganar, claro, ella es el destino. Se acerca, se sienta en la otra silla y me coge de la mano. Hoy no me mira triste, hoy no es curiosa, hoy no es alguien, hoy es ella.

Me tiende la bara, contemplo la bola blanca. Sin marcas, está perfectamente pulida. Es una bonita noche de primavera. La golpeo con fuerza.Cae la amarilla, voy a por la roja. Una detrás de otra, no hay nada que me distraiga. La temperatura sube. Me centro en la mesa y ella se acerca y me acaricia y me agarra con fuerza y me muerde en el cuello. Me centro. Nada ni nadie, ahora es todo silencio. La negra mi próximo objetivo. La entro, perfecto. Gano, ella pierde. Me ha defraudado y me ha dejado ganar. La pienso devorar. Adiós y buenas tardes.

viernes, 13 de abril de 2012

No táctil

Saltando de estrella en estrella. Un cielo cubierto de nubes de tormenta. Me escabullo entre los rayos y escucho los truenos marcándome el ritmo. Comprendí que llorar y reír a fin de cuentas sirven para lo mismo. así que otro trago de whisky y vuelvo a dar volteretas con las orejas. Romperé las piedras con algún palo. Sembraré piedras en mi descampado y haré un bosque de roca y al lado una piscina de bolas.

Beberé zumo de manzana a temperatura ambiente en medio de un volcán. No quiero sudar. Si pierdo la cabeza que sea en una partida de carta y que me traigan algo de absenta y me encargo de darte una bonita papeleta para que te toque un viaje a mi cama. No es el cielo, pero se está bien.

No soy ningún huracán, pero soy el viento que azota con fuerza esta mañana de mediados de primavera. Soy la ola que te quita el sujetador del bikini. Soy el ultimo trago de ese cubata de más. Soy la última barrera de acero que hoy te impide pasar.

Pero hoy estoy de fiesta, me haré la maleta. Y sin que puedas elegir te llevaré no al sol, que hace calor, pero si a mi bosque de piedra que yo mismo me encargué de preparar. Y en medio de ese bosque hay una flor, quien la encuetra, se la queda....

Ratas VS Gatos

Me siento en mi silla y desde este jardín, veo como el fuego cae desde el cielo. Juraría que era de noche. Un sorbo más de ron. Miro hacía atrás y eso me parece ahora un camino de rosas. Ahora parece más interesante. Hay sangre por medio.

Porque seamos pequeños no significa que no podamos pelear... 
El pueble tiene miedo y están arrinconados. Ahora no pueden ver el cielo porque la espalda dolorida se lo impide. Pero los niños están viendo a sus madres y padres llorar. Si los niños son el futuro, ese futuro no rebanará la cabeza de la forma más dolorosa posible. No tienen experiencia, los juegos les han adiestrado en el arte de la guerra. Ahora es este su juego.

Ellos van a hablar y muchos que no azotaron con sus varas temblarán. Desde la tierra, os prestaremos nuestro último aliento. No tenemos tiempo que perder y vosotros un futuro que por nuestros fallos ahora estará lleno de oscuridad.

Los gatos llegan con sus uniformes a nuestras calles, pero de las alcantarillas salen las ratas. Están con la rabia, están en todas partes. No hay escapatoria, hemos rodeado a estos gatos. Que comience el asalto...



miércoles, 11 de abril de 2012

Me siento torpe, pesado y lento. Estoy cansado, decepcionado, defraudado. Algo me está tragando de forma lenta, suave y al menos no es frío. Quiero sentarme y mirar el cielo. Estoy distante a la vida, a la luz de tus ojos de tierra. Cansado, sí. Hoy estoy más débil. Voy flaqueando, siento que soy el último en esta fila india. No tengo cartas en esta partida. Estoy en el suelo fingiendo que puedo llorar. Siempre fingiendo. Soy patético. ¿Por qué me entristezco ahora? ¿Por qué se marcha el aire? ¿Por qué hoy no me acaricia el viento?

El error está escrito en la hoja de papel, tu lo arrugas y lo guardas dentro de un cajón.  
El espejo me devuelve la mirada. Soledad, silencio, rabia y pasión. Cae la lluvia y en este teatro solo ha venido tu sombra a regalarme un beso. De ese beso, lo plantaré en mi pecho. No seré quien te traiga flores cada noche, no seré quien te arrope esta noche... 

No encuentro tu mirada, ¿me apartas? Tranquila, hay cosas que puedo hacer yo solo. Me hieren desde dos lados distintos, pero sigo tieso, nadie me puede tumbar. Mi piel está llena de callos, no lo considero ni un asalto. Lo puedes hacer mejor, no te esfuerzas lo suficiente. 


No soy de hierro, pero últimamente no siento nada. Solo un vacío dentro del pecho.Echo raíces en el suelo. Otro sorbo de cerveza. Me miro en el espejo, lo hago añicos. No se que quiero ni que hago, pero espero que las cosas ardan lentamente, así podré hacerme algo para la cena. No estoy de humor para paletos con ansias de tocar la pelotas. 


¿Te crees dios? Baja de tu silla de cartón y hablemos. Adiós, me dijo la última persona y tan siquiera pude mirarle a los ojos. Soy un angelito, pero tengo un tridente. Miro a la luna desde una charca y me río si traigo algo de vino. Me echaron del cielo, mis métodos no eran los mejores. Me pusieron conciencia y límites. Pero hay un lugar dentro de mí que aún vive y no es como ellos. Algo quiere salir, algo que quiere quebrar el sol. Quiero que haya niebla cuando estés conmigo. Quiero que las piedras tiemblen y no por un terremoto. Hoy la lluvia no moja, el fuego no calienta ni alumbra. Odio esta disciplina que me han impuesto. Este castigo no es un paseo como los otros, este es largo y empieza a ser tormentoso, dieciséis años no son pocos. 


Mi papel últimamente es el de un imbécil en el que todos juegas, pues bien. Por muy mal que me han roto aún no tengo ni un rasguño. Ya no se de que soy, pero no tengo nada que demostrar. Los que quieran saber que escuche y los que quieran luchar, a mano izquierda tienen la puerta. 



lunes, 9 de abril de 2012

:-|

Miro en el fondo del estanco. Mi reflejo mira en lo más recóndito de mis ojos. Tiene frío al ver el telón gris que me envuelve. No hay luna, pero la noche sigue siendo clara, como el primer día. Meses atrás estábamos en este mismo estanco los dos juntos. Me besabas y te reías, me tenías dentro de tu corazón. Yo era tu viento, tu amigo especial.

Especial, esa palabra nunca fue adaptada a mi ser, lo siento. El destino se ríe de mí y yo me río con él. Esto es un chiste, estoy arriba y me tiro de cabeza al barro y tan siquiera salpico. Esto ya es ridículo. Junto a ti, fui capaz de plantar una roca, que de ella creció una montaña tan alta que es capaz de arañar el cielo, ahora sirve de muralla entre los dos.

Deseo verte, acariciarte, hoy te diré algo nuevo, algo secreto, algo que es capaz de hacer arder el mundo. Así que voy a empezar de nuevo, desde cero, es hora de hacerlo todo bien...

-Hola princesa de plata, gobiernas en el cielo, gobiernas en la tierra y gobiernas en el alma de mi persona. Tu reino ya no tiene fronteras, solamente algunas de tus tristezas tejen muros. Tu luz es grande y brillante, eres poderosa, invencible... Por eso voy a reducirlo todo a cenizas, entrar a tus aposentos y robarte algo más que unos besos con lengua. Te llevaré a la playa y en la orilla te escribiré esa historia que te debo, la más hermosa y preciosa. Te entregaré la nota escrita a carbón y mientras te susurro en el oído: Te amo... 


Y la nota arderá y el viento se llevará las cenizas.

-Yo algún día seré como la piedra, que sin desenvainar la espada es capaz de demostrar que nadie podrá herirla y mucho menos ganarla.-

miércoles, 4 de abril de 2012

...

Y todo falla, nada cuadra. Sin límites aún vibra la esencia. Me siento ausente, callado. Tengo hambre, pero estoy embotado. No floto, no salto. Ahora estoy abajo, esta extraña paz plástica no tardará en resquebrajarse y que aparezca un gnomo riéndose de mí con un sombrero rojo.

Una suave brisa y fresco vino. No me queda cerveza. Llueve y no hace frío. No me gusta, solo es raro...


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